Artículos originales
Eventos adversos posteriores a la vacunación contra COVID-19: un estudio de corte transversal
Adverse events following immunization against COVID-19: a cross-sectional study
Revista de Investigación de la Universidad Norbert Wiener
Universidad Privada Norbert Wiener, Perú
ISSN: 2663-7677
ISSN-e: 2218-9254
Periodicidad: Semestral
vol. 11, núm. 2, 2022
Recepción: 20 Febrero 2022
Aprobación: 18 Abril 2022
Publicación: 16 Mayo 2022
Autor de correspondencia: beferro@icesi.edu.co
Citar como:: Fuertes-Bucheli J, Madrid-Bonilla J, Rivas Mina A, Ruano-Bolaños M, Ordóñez- Londoño E, Chalparpue-Torres J et al. Eventos adversos posteriores a la vacunación contra COVID-19: un estudio de corte transversal. Revista de Investigación (de la Universidad Norbert Wiener). 2022; 11(2): a0007. doi: https://doi.org/10.37768/unw.rinv.11.02.a0007
Resumen: Los datos disponibles de farmacovigilancia de las vacunas contra la COVID-19en Latinoamérica son limitados. El objetivo de este estudio fue determinar la frecuencia de los eventos adversos posteriores a la vacunación (EAPV) con la primera y la segunda dosis contra la COVID-19 en estudiantes de medicina de Cali (Colombia), en el 2021. Se realizó un estudio observacional descriptivo de corte transversal en adultos voluntarios que habían recibido al menos una dosis de la vacuna BNT162b2 de Pfizer-BioNTech, y que respondieron una encuesta electrónica. De los invitados, 292 adultos con una mediana de edad de 21 años (RIC: 20-22) aceptaron participar. El 95% de ellos recibió dos dosis y el 5% una dosis, el 64,4% eran mujeres y el 76,37% reportó al menos un EAPV, todos de severidad leve. El dolor en el sitio de inyección, con un 73,6%, fue el evento más reportado. Lo siguieron EAPV sistémicos como fatiga, sueño y cefalea, con el 56,8%, 46,9% y 38,6%, respectivamente, los cuales se presentaron en mayor proporción después de la segunda dosis. Con significancia estadística, las mujeres presentaron una odds ratio de exposición mayor para dolor en el sitio de inyección y escalofríos con (OR =1,89; IC 95%: 1,07-3,33; p = 0,01) y (OR = 3,03; IC 95%: 1,63-5,88; p = 0,0002),respectivamente, en comparación con los hombres. Otras condiciones clínicas y demográficas evaluadas no tuvieron asociación significativa con el desarrollo de eventos. Por lo tanto, en esta población, al menos un EAPV se presentó entres de cada cuatro vacunados con BNT162b2; el dolor en el sitio de inyección, la fatiga, el sueño y el dolor de cabeza, fueron los más frecuentes. Las mujeres presentaron EAPV con más frecuencia y los EAPV sistémicos se presentaron en mayor proporción para ambos sexos tras la segunda dosis. No obstante, todos los EAPV reportados fueron leves y de corta duración.
Palabras clave: vacunas COVID-19, vacunación, reacción adversa, evento adverso, Colombia.
Abstract: Pharmacovigilance data in regard to COVID-19 vaccines in Latin Americaare limited. The aim of this study was to determine the frequency of AdverseEvents Following Immunization (AEFI) with the first and second dose againstCOVID-19 in medical students from Cali, Colombia, 2021. We conducted adescriptive cross-sectional observational study on adult volunteers who hadreceived at least one dose of the BNT162b2 vaccine from Pfizer-BioNTech andwho self-completed an electronic survey. Of all the invited, 292 adults, witha median age of 21 years (IQR: 20-22), agreed to participate; 95% of themreceived two doses; 5%, one dose; 64.4% were women; and 76.37% reportedat least one AEFI, all of mild severity. The most reported event was pain at theinjection site in 73.6%, followed by systemic AEFIs such as fatigue, drowsiness,and headache in 56.8%, 46.9%, and 38.6%, respectively, which occurredin greater proportion after the second dose. With statistical significance,women had a higher exposure odds ratio for injection site pain and chillswith OR=1.89 (95% CI: 1.07-3.33; p=0.01) and OR=3.03 (CI:95%: 1.63-5.88, p=0.0002), respectively, compared to men. Other clinical and demographicconditions evaluated had no significant association with the development ofevents. Therefore, in this population, at least one AEFI occurred in three out offour vaccinated with BNT162b2; pain at the injection site, fatigue, drowsiness,and headache were the most frequent. Women presented with an AEFI morefrequently; systemic AEFI was present in a greater proportion of both sexesafter the second dose. All reported AEFI were mild and short-duration.
Keywords: COVID-19 vaccines, vaccination, adverse reaction, adverse event, Colombia.
INTRODUCCIÓN
La infección por SARS-CoV-2 puede variar desde ser asintomática hasta generar una enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) leve, moderada, grave o crítica, y llevar a la muerte (1). Este virus ha generado una crisis de salud con implicaciones sociales, económicas, ambientales y políticas. Para febrero del 2022, se reportaron más de 411 721 356 infectados por SARS-CoV-2 a nivel mundial, de los cuales más de 5 815 975 fallecieron. En Colombia, para esa misma fecha, se registraron 6 020 095 infectados, con 137 115 casos fatales, y los departamentos de Antioquia y Valle del Cauca fueron los más afectados (2). A pesar de los múltiples estudios enfocados en manejos farmacológicos de la COVID-19, aspectos relacionados con la disponibilidad, la eficacia y la seguridad han limitado su uso. A lo anterior se suma la aparición de nuevas variantes más contagiosas del SARS-CoV-2 (1). Entre las medidas de salud pública contra la COVID-19 se destaca la vacunación, puesto que es una de las intervenciones más efectivas para mitigar los efectos de la pandemia (3, 4).
El Ministerio de Salud y Protección Social de Colombia, mediante el Plan Nacional de Vacunación, vinculó de manera expedita las vacunas contra la COVID-19. Una de las primeras en llegar al país, con la aprobación del Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima), fue el biológico BNT162b2 de Pfizer-BioNTech, un nuevo tipo de vacuna de ARN mensajero (ARNm) (1, 4, 5). Todas las vacunas que forman parte del portafolio de Colombia cumplieron con todas las fases de investigación; los ensayos clínicos en fases I, II y III; y la aplicación de millones de dosis en el mundo (6). Sin embargo, es fundamental la vigilancia y el seguimiento de cualquier reacción, signo o síntoma que podría atribuirse a la vacunación, para detectar comportamientos inusuales, identificar casos graves e informar a la población. Los EAPV se pueden dividir, según la severidad, en leves y graves. Los primeros son eventos comunes que no producen consecuencias a largo plazo, suelen ocurrir dentro de las 48 horas posteriores a la vacunación y ceden espontáneamente en uno o dos días. Por otra parte, los EAPV graves hacen referencia a los signos, síntomas, trastornos o síndromes que causen una incapacidad o discapacidad permanente, pongan en riesgo la vida, requieran hospitalización u ocasionen la muerte (3, 5, 7-9).
Aunque las vacunas contra la COVID-19 han tenido acogida en gran parte del personal de salud, la aceptación en algunas comunidades se ha visto afectada por la abundancia de información incorrecta y falsa (infodemia) (10-12), situación que continúa afectando la respuesta mundial contra la pandemia por COVID-19 (13) y ha perjudicado tanto la salud física como mental de las personas (1, 14, 15).
A pesar del trabajo de la Red Nacional de Farmacovigilancia sobre las vacunas contra la COVID-19, liderada por el Invima (6), aún hay poca información disponible sobre los EAPV en Colombia, y aunque los datos disponibles indican que son en su mayoría leves, la frecuencia reportada por el Invima no es similar a las reportadas por los fabricantes del biológico BNT162B2 y la literatura científica (16-18), lo que podría ser un indicador de subregistro de los EAPV en Colombia. A través de esta investigación sobre la frecuencia de los EAPV reportados por los propios estudiantes de medicina de una universidad en Cali, que recibieron al menos una dosis de la vacuna COVID-19 de Pfizer- BioNTech durante el primer semestre del 2021, pretendemos generar información local y confiable acerca de la frecuencia de los EAPV, así como duración y gravedad, lo cual facilitará una mejor toma de decisiones tanto a nivel personal como comunitario, y tiene un potencial impacto en salud pública.
MATERIALES Y MÉTODOS
Diseño del estudio
Se realizó un estudio observacional descriptivo de corte transversal, con intención analítica y recolección de información de manera prospectiva. La población de estudio fueron estudiantes del programa de Medicina de la Universidad Icesi, en Cali, que tuvieran 18 o más años de edad y que recibieron al menos una dosis de la vacuna BNT162b2 de Pfizer-BioNTech contra la COVID-19. La información se recolectó por medio de un cuestionario autodiligenciado, realizado mediante la plataforma virtual de Microsoft Forms y socializado mediante redes sociales (WhatsApp, Instagram, Outlook) entre el 31 de mayo y el 7 de junio de 2021. Debido a que se invitó a participar a todos los estudiantes adultos del programa de Medicina de la Universidad Icesi, no se realizó una técnica de muestreo. En cada registro se solicitó al participante el código estudiantil para garantizar la veracidad y la individualidad de la información. El cuestionario contó con 37 preguntas y se dividió en variables clínicas, antecedentes y comorbilidades; las primeras fueron definidas según su descripción semiológica y las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) (19) y la Organización Panamericana de Salud (OPS) (20); para variables como antecedentes y comorbilidades se dieron opciones de respuesta múltiple, con el fin de garantizar la uniformidad de la información. También se utilizó la escala cualitativa de leve y grave para la clasificación de severidad de EAPV, y su duración se expresó en horas. La información se almacenó en una base de datos en Microsoft Excel® 2019, para su custodia y posterior análisis.
Análisis estadístico
Los datos fueron analizados con Stata 14 (Stata Corporation, College Station, TX, EE. UU.) y se realizó un análisis exploratorio para descartar ausencia de datos faltantes o extremos, así como un análisis univariado con las variables cuantitativas resumiéndolas en una medida de tendencia central y dispersión, mediante la prueba de Shapiro-Wilk, en los cuales se utilizó como valor significante p ≤ 0,05. Las variables categóricas se presentan en tablas de frecuencia como proporciones. Asimismo, para el análisis de los factores relacionados definidos como variable de exposición y desenlaces, se implementó la odds ratio (OR) y los respectivos intervalos de confianza (IC) del 95%. Finalmente, la prueba chi cuadrado fue utilizada para determinar la dependencia entre las variables categóricas.
Consideraciones éticas
El estudio fue avalado por el Comité de Ética de Investigación Humana de la Universidad Icesi, como una investigación sin riesgo, a través del acta # 372 del 2021.
RESULTADOS
Se invitó a participar a 710 estudiantes de medicina de la Universidad Icesi que habían sido vacunados contra la COVID-19. Del total, 292 (41,1%) aceptaron; el 95% (278/292) reportó haber recibido las dos dosis y el 76,37% (223/292) reportó al menos un EAPV. El 13,6% (40/292) de los participantes señaló haber sido vacunado en marzo; el 82,1% (240/292), en abril; y el 4,1% (12/292), en mayo del 2021. Después de la primera dosis, el 72,6% (212/292) reportó EAPV, mientras que, tras la segunda dosis, lo hizo el 69,4% (193/278).
La mediana de edad fue de 21 años con rango intercuartílico (RIC) 20-22 años; el estudiante con mayor edad tenía 33 años (tabla 1). Las mujeres representaron el 64,4% (188/292). La mayoría de los estudiantes indicó que reside en el Valle del Cauca (96,58%), principalmente en Cali, Palmira y Jamundí. El 92,8% (271/292) pertenece a la etnia mestiza.
Con relación a las características clínicas, la mediana del índice de masa corporal (IMC) fue de 22,44 (RIC: 20,45, 24,61), con valores que comprenden desde el bajo peso (IMC: 16,14 kg/m2) hasta la obesidad (IMC: 36,11 kg/m2). Las comorbilidades se presentaron en el 16% (47/292) y la más común fue la atopia, con el 4,5% (13/292), principalmente relacionada con rinitis alérgica, dermatitis atópica y urticaria. Las enfermedades mentales fueron reportadas por el 4,5% de los participantes (13/292) y entre las más frecuentes estuvieron el trastorno depresivo, con el 2,4% (7/292), y el trastorno de ansiedad generalizada, con el 1,7% (5/292). Las alergias se presentaron en un 14% (41/292) y entre los alérgenos están el polvo, el pelo de mascotas, los antiinflamatorios no esteroideos (AINE), los ácaros, algunos antibióticos y frutas. El antecedente de COVID-19 diagnosticado 90 o más días antes de la vacunación por un médico fue reportado por un 9,6% (28/292) (tabla 1).
El 13% (38/292) de los estudiantes recibía otros medicamentos al momento de la aplicación de la primera dosis. El grupo más frecuente fue el de anticonceptivos, con el 3,4% (10/292); otros reportados con menor frecuencia fueron isotretinoína, inhibidores selectivos de la recaptura de serotonina, antihistamínicos, antiepilépticos, levotiroxina, antihipertensivos y algunos suplementos (tabla 1).
Características | Descripción | N | % | |
Edad en años | 21 (RIC* 20-22) | |||
Sexo | Mujeres | 188 | 64,3 | |
Hombres | 104 | 35,7 | ||
Etnia | Mestizo | 271 | 93 | |
Afrodescendiente | 10 | 3,4 | ||
Otro | 6 | 2,0 | ||
Caucásico | 3 | 1,0 | ||
Asiático | 2 | 0,6 | ||
Departamento de residencia | Valle del Cauca | 282 | 96,6 | |
Cauca | 6 | 2,0 | ||
Otros | 4 | 1,4 | ||
IMC* | <18.5 | 17 | 5,8 | |
18,5 - 24,9 | 212 | 72,6 | ||
25 - 29,9 | 53 | 18,2 | ||
> 30 | 10 | 3,4 | ||
Comorbilidades | Atopia | 13 | 4,5 | |
Enfermedad mental | 13 | 4,5 | ||
Hipotiroidismo | 6 | 2,1 | ||
Enfermedad autoinmune | 5 | 1,6 | ||
Enfermedad cardiovascular | 3 | 1,0 | ||
Patología hematológica | 2 | 0,7 | ||
Obesidad | 10 | 3,4 | ||
Sin comorbilidades | 240 | 82,2 | ||
Medicamentos concomitantes | Anticonceptivos | 10 | 3,4 | |
Isotretinoína | 6 | 2,1 | ||
ISRS* | 6 | 2,1 | ||
Suplementos | 4 | 1,3 | ||
Inmunosupresores | 3 | 1,0 | ||
Antihistamínicos | 3 | 1,0 | ||
Antiepilépticos | 3 | 1,0 | ||
Levotiroxina | 3 | 1,0 | ||
Antihipertensivos | 2 | 0,7 | ||
No usaban fármacos | 259 | 88,7 | ||
Alergias ± | Sí | 41 | 14 | |
Antecedente de COVID-19 | No | 251 | 86 | |
Sí | 28 | 9,6 | ||
No | 264 | 90,4 |
Los EAPV reportados con más frecuencia tras la primera y segunda dosis fueron el dolor en el sitio de inyección, con el 73,6%, y la fatiga, la sensación subjetiva de sueño y la cefalea, con el 56,8%, 46,9% y 38,6%, respectivamente (tabla 2).
Dosis | |||||
EAPV | Primera | Segunda | Valor | Ambas | Total |
N (%) | N (%) | p | N (%) | ||
Cualquier EAPV | 30 (10, 27) | 12 (3,76) | 181 (62,32) | 223 | |
Dolor en el sitio | 47 (16,44) | 14 (4,79) | 0,09 | 153 (52,40) | 215 |
Fatiga | 27 (9, 25) | 58 (19,86) | 0,007* | 81 (27,74) | 166 |
Sueño | 37 (12,67) | 39 (13,36) | 0,01* | 61 (20,89) | 137 |
Cefalea | 26 (8,90) | 64 (21,92) | 0,005* | 23 (7,88) | 113 |
Escalofríos | 12 (4,11) | 70 (23,97) | 0,04* | 5 (1,71) | 87 |
Mialgias | 17 (5,82) | 41(14,04) | 0,08 | 23 (7,88) | 81 |
Artralgias | 11 (3,77) | 38 (13,01) | 0,19 | 15 (5,14) | 64 |
Alza térmica | 5 (1,71) | 20 (6,84) | 0,23 | 30 (10,27) | 55 |
Edema en el sitio | 22 (7,53) | 14 (4,79) | 0,27 | 15 (5,14) | 51 |
Náuseas | 10 (3,42) | 21 (7,19) | 0,37 | 7 (2,40) | 38 |
Adenomegalias | 9 (3,08) | 20 (6,85) | 0,40 | 6 (2,05) | 35 |
Mareo | 7 (2,40) | 9 (3,08) | 0,63 | 3 (1,03) | 19 |
Palpitaciones | 4 (1,37) | 5 (1,71) | 2 (0,68) | 11 | |
Eritema en el sitio | 7 (2,40) | 3 (1,03) | 0,78 | 1 (0,34) | 11 |
Diarrea | 6 (2,05) | 3 (1,03) | 0,80 | 1 (0,34) | 10 |
Parestesias | 3 (1,03) | 4 (1,37) | 0,83 | 1 (0,34) | 8 |
Otros EAPV | 5 (1,71) | 3 (1,03) | 0,81 | 0 | 8 |
Emesis | 3 (1,03) | 2 (0,68) | 0,88 | 0 | 5 |
Reacción alérgica no anafiláctica | 1 (0,34) | 0 | 0,24 | 1 (0,34) | 2 |
No se reportaron casos de anafilaxia, miocarditis, incapacidad permanente, discapacidad, hospitalización ni otro EAPV grave por causa de la vacuna contra la COVID-19 de Pfizer-BioNTech tras la primera y segunda dosis.
Se identificó el número de síntomas reportado por persona y se encontró que, tras la primera dosis, el estudiante que más EAPV presentó, reportó hasta 16 síntomas, mientras que, después de la segunda dosis, el que reportó más EAPV refirió 11 síntomas. Se encontró una diferencia significativa entre el número de personas que presentaron EAPV en la primera dosis versus las reacciones presentadas en la segunda. Estas reacciones fueron fatiga (27 versus 58; p:0,007), sueño (37 versus 39; p: 0,01), cefalea (26 versus 64; p: 0,005) y escalofríos (12 versus 70; p: 0,04) (tabla 2). El EAPV de menor duración fue el alza térmica, con un promedio de 5 horas, y el de mayor duración fue la adenomegalia, con un promedio de 48 horas (figura 1).
Ninguna de las variables evaluadas en el análisis bivariado estuvo relacionada con EAPV (tabla 3).
Característica | Definición | n.o | Presentó evento | No presentó evento | OR | Valor |
IC 95% | p | |||||
Sexo | Mujeres* | 188 | 150 | 38 | 0,59 | 0,06 |
Hombres | 104 | 73 | 31 | (0,33- 1,07) | ||
Comorbilidades | Sí* | 47 | 38 | 9 | 1,36 | 0,42 |
No | 245 | 185 | 60 | (0,60- 3,40) | ||
Recibiendo medicamento | Sí* | 38 | 30 | 8 | 1,18 | 0,68 |
No | 254 | 193 | 61 | (0,49- 3,15) | ||
Antecedente de COVID-19 | Sí* | 28 | 24 | 4 | 1,95 | 0,22 |
No | 264 | 199 | 65 | (0,63- 8,04) | ||
Sobrepeso/ Obesidad | Sí* | 63 | 50 | 13 | 1,24 | 0,52 |
No | 229 | 173 | 56 | (0,61- 2,68) | ||
Bajo peso | Sí* | 17 | 12 | 5 | 0,72 | 0,56 |
No | 275 | 211 | 64 | (0,22-2,74) |
De la relación entre el sexo y los EAPV (tabla 4), el análisis bivariado mostró, con significancia estadística, que las mujeres tenían una razón de odds de exposición mayor para dolor y edema en el sitio de inyección (OR = 1,89; IC 95%: 1,07-3,33; p = 0,01) y (OR = 3,03; IC 95%: 1,37-7,40; p = 0,003) respectivamente, escalofríos (OR=3,03; IC95%: 1,63-5,88; p = 0,0002), nauseas (OR = 2,73; IC95%: 1,12-7,62; p = 0,01), sueño (OR = 1,81; IC 95%: 1,08- 3,05; p = 0,01) y mareo (OR = 5,07; IC 95%: 1,16- 45,93; p = 0,01), en comparación con los hombres. En el análisis bivariado también se observó relación positiva entre ser mujer y presentar artralgias (OR = 3,35; IC 95%: 1,31 - 10,12; p = 0,006) y mialgias (OR = 3,05; IC 95%: 1,26-8,47; p = 0,007) después de la aplicación de la segunda dosis, en comparación con los hombres (tabla 4). Asimismo, la probabilidad de que las mujeres presentaran 5 o más reacciones fue de 3 veces en comparación con los hombres, que tuvieron menos de 5 reacciones tras la segunda dosis (OR = 3,04; IC 95%: 1,51-6,28; p = 0,0007) (tabla 4). Otros EAPV como alza térmica, diarrea, adenomegalias, mialgias, emesis y palpitaciones no tuvieron significancia estadística.
Característica | Definición | n | Mujeres | Hombres | OR | Valor | ||||
IC 95% | p | |||||||||
Dolor en sitio de inyección en cualquier dosis | Sí* | 215 | 147 | 68 | 1,89 | 0,01* | ||||
No | 77 | 41 | 36 | (1,07-3,33) | ||||||
Dolor en el sitio de inyección (ambas dosis) | Sí* | 153 | 113 | 40 | 2,41 | >0,001 | ||||
No* | 139 | 75 | 64 | (1,43-4,06) | ||||||
Edema en sitio de inyección | Sí* | 51 | 42 | 9 | 3,03 | 0,003* | ||||
No | 241 | 146 | 95 | (1,37-7,40) | ||||||
Escalofríos | Sí* | 87 | 70 | 17 | 3,03 | >0,001 | ||||
No | 205 | 118 | 87 | (1,63-5,88) | ||||||
Náuseas | Sí* | 38 | 31 | 7 | 2,73 | 0,01 | ||||
No | 254 | 157 | 97 | (1,12-7,62) | ||||||
Artralgias | Sí* | 64 | 47 | 17 | 1,70 | 0,08 | ||||
No | 228 | 141 | 87 | (0,89-3,37) | ||||||
Artralgias (2.a dosis) | Sí* | 38 | 32 | 6 | 3,35 | 0,006* | ||||
No | 254 | 156 | 98 | (1,31-10,12) | ||||||
Fatiga | Sí* | 166 | 118 | 48 | 1,96 | 0,006* | ||||
No | 126 | 70 | 56 | (1,17-3,19) | ||||||
Mialgias (2.a dosis) | Sí* | 41 | 34 | 7 | 3,05 | 0,007* | ||||
No | 251 | 154 | 97 | (1,26-8,47) | ||||||
Sueño | Sí* | 137 | 98 | 39 | 1,81 | 0,01* | ||||
No | 155 | 90 | 65 | (1,08-3,05) | ||||||
Mialgias | Sí* | 113 | 90 | 23 | 3,23 | > 0,001* | ||||
No | 179 | 98 | 81 | (1,82-5,84) | ||||||
Mareo | Sí* | 19 | 17 | 2 | 5,07 | 0,01* | ||||
No | 273 | 171 | 102 | (1,16-22,39) | ||||||
Número de reacciones 1.a dosis | ≥5* | 45 | 31 | 14 | 0,94 | 0,87 | ||||
<5 | 167 | 117 | 50 | (0,44-2,09) | ||||||
Número de reacciones 2.a dosis | ≥5 | 91 | 74 | 17 | 3,04 | >0,001* | ||||
<5 | 102 | 60 | 42 | (1,51-6,28) | ||||||
Automedicación con AINE | Sí* | 63 | 49 | 14 | 3,04 | 0,03 | ||||
No | 160 | 101 | 59 | (1,00-4,34) |
En la figura 2 se presentan los porcentajes de participantes que se autoadministraron algún medicamento para disminuir la sintomatología de los EAPV. Estos porcentajes fueron calculados respecto del total de estudiantes que reportaron haber presentado al menos un EAPV (223). Se encontró que la automedicación fue más frecuente en la segunda dosis, con casi la mitad de quienes presentaron algún EAPV (47,5%). También se observó que el medicamento más elegido para disminuir la sintomatología de los EAPV fue el acetaminofén, tanto en la primera como en la segunda dosis (28% y 41%, respectivamente).
DISCUSIÓN
La infodemia sobre los EAPV ha generado rechazo, temor y duda hacia la vacunación contra la COVID-19 en la población (10-15). Nuestra investigación expone que el 76,37% de los estudiantes de medicina de una universidad de Cali, Colombia, con una mediana de edad de 21 años y que recibieron una o dos dosis del biológico BNT162B2 durante el primer semestre de 2021, presentaron EAPV, y que el dolor en el sitio de inyección de la vacuna fue la reacción más frecuente para ambas dosis. Sin embargo, todos los EAPV reportados fueron leves y con una duración promedio de 24 a 48 horas después de su aparición. Una frecuencia de EAPV similar se encontró en un ensayo aleatorizado, controlado con placebo que evaluó la seguridad, inmunogenicidad y eficacia del biológico BNT162b2 en personas sanas de 12 a 25 años de 6 países, entre ellos, Brasil y Argentina, realizado hasta marzo de 2021 por Frenck et al., en el cual el perfil de seguridad del biológico fue favorable (16), similar al descrito en informes de Pfizer- BioNTech y otros estudios científicos (17, 18, 21, 22).
Aunque no se encontró relación positiva entre la frecuencia de EAPV y el antecedente de atopia y alergias, el Centro de Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) refirió que tener antecedentes de alergias a medicamentos, productos médicos, alimentos o picaduras de insectos representa un mayor riesgo para desarrollar reacciones, incluida la anafilaxia, tras recibir el biológico BNT162b2 (21). La ausencia de anafilaxias en este estudio puede deberse a su baja incidencia. Por otra parte, Frenck et al. refieren que los EAPV son menos comunes y más leves en los adultos mayores que en los adultos jóvenes (16); no obstante, no se observaron diferencias en la presentación de EAPV relacionadas con la edad, probablemente por la homogeneidad de la población en esta variable. Tampoco se identificaron diferencias entre quienes refirieron haber presentado COVID-19 como antecedente.
Los participantes reportaron que habían presentado fatiga y sueño en un 56,8% y un 46,9%, respectivamente. Para esta investigación, la sensación subjetiva de sueño reportada se presentó con un periodo de tiempo secuencial razonable tras la administración de la vacuna y fue autolimitada, en promedio, a 15 horas tras su aparición; sin embargo, este síntoma puede ser explicado también por los analgésicos y antihistamínicos utilizados para disminuir la sintomatología de los EAPV, así como por la fatiga, el dolor y el alza térmica concomitantes (23, 24). Llama la atención que Espinoza et al., en su estudio realizado en Pueblo Yaqui (Sonora, México) a vacunados contra la COVID-19, documenten la hipersomnia como EAPV (25). La somnolencia como síntoma ha sido definida como la sensación de sueño que genera una fuerte tendencia a dormir, diferente de la fatiga, que involucra falta de energía y motivación, y que puede ser una respuesta normal e importante al esfuerzo físico, el estrés emocional, el aburrimiento o la falta de sueño (23, 24, 26, 27). De acuerdo con las recomendaciones de la OMS/OPS para investigar los EAPV (28), entonces, la somnolencia identificada en esta investigación podría clasificarse como un EAPV indeterminado B1 del biológico BNT162B2 de Pfizer-BioNTech; no obstante, es necesario diseñar un estudio que, a través de la evaluación subjetiva y objetiva de la somnolencia, determine si este síntoma corresponde a un EAPV del biológico BNT162b2 (23, 26, 27).
Los EAPV sistémicos, como fatiga, sueño, cefalea, escalofríos y náuseas, se presentaron con mayor frecuencia después de la segunda dosis, lo cual coincide con los resultados obtenidos en otras poblaciones jóvenes de 16 a 25 años, en las cuales los eventos sistémicos se informaron con más frecuencia después de la segunda dosis, con la fatiga y la cefalea como los más frecuentes (16, 18, 22). Adicionalmente, en esta investigación se observó que estos eventos sistémicos llevaron a una mayor proporción de automedicación con analgésicos y antipiréticos después de la segunda dosis que de la primera, con una diferencia estadísticamente significativa, hecho también evidenciado por Frenck et al. (16).
Dada la homogeneidad de la población encuestada, fue difícil encontrar diferencias; sin embargo, se encontró una relación entre los resultados obtenidos y el sexo, pues los EAPV se presentaron con mayor frecuencia en las mujeres que en los hombres. En una revisión de la influencia del sexo en la inmunidad, la infección y la vacunación, Ruggieri y Viora describen que la contribución directa de las hormonas sexuales, los genes codificados por cromosomas sexuales y algunos factores ambientales en el repertorio de células inmunes producen una respuesta inmune innata, humoral y celular más intensa y vigorosa en las mujeres (29). En esta población de estudiantes universitarios de Colombia no se reportó ningún caso de miocarditis ni pericarditis, probablemente porque ningún participante de este estudio tenía entre 12 y 17 años, grupo de edad en el que se ha observado un mayor riesgo de estos eventos, o quizás por la baja incidencia de estos EAPV (22, 30,31). En esta investigación, tampoco se reportaron hospitalizaciones, incapacidades permanentes ni discapacidades por causa de la administración de la primera y segunda dosis del biológico BNT162b2.
Como limitación, este estudio no incluyó un grupo de comparación sin vacuna; sin embargo, estudios en los que sí los hubo han mostrado resultados similares en cuanto a la frecuencia de EAPV, como lo evidencian Polack et al., a través de su ensayo controlado en el que se seleccionó aleatoriamente a personas de 16 años de edad o más para recibir dos dosis de placebo o de la vacuna BNT162b2. Ellos encontraron que los eventos locales como el dolor en el sitio de inyección se presentan con mayor frecuencia tras la primera dosis y que los eventos sistémicos, como fatiga y cefalea, se presentan más frecuentemente tras la segunda dosis. Además, en el mismo estudio, exponen una incidencia baja de EAPV graves tanto en los grupos de vacuna como los de placebo (23).
Aunque esta investigación alcanzó un tamaño de muestra con un poder estimado del 80% y se invitó a participar a todos los sujetos que cumplieron los criterios de inclusión, solo el 41% de la población objetivo aceptó responder el cuestionario. Debe considerarse también que existe una mayor tendencia a responder por parte de quienes presentaron EAPV, lo que puede significar un alto riesgo de sobrerrepresentación de la frecuencia del evento. Además, es importante considerar un potencial sesgo de memoria, dado que los EAPV fueron reportados hasta 12,5 semanas después del inicio del esquema de dos dosis. Finalmente, teniendo en cuenta que la población objetivo pertenece a los grupos de edad en los cuales la infección se presenta generalmente de manera asintomática, no fue posible saber si hubo participantes infectados durante la vacunación y el efecto de esta en el estudio, como se reporta en otras investigaciones (16, 22).
CONCLUSIONES
Al menos tres de cada cuatro vacunados presentaron algún EAPV; el dolor en el sitio de inyección, la fatiga, el sueño y el dolor de cabeza fueron los EAPV más frecuentes. Las mujeres tenían predisposición a presentar más EAPV. No obstante, todos los EAPV reportados fueron leves y de corta duración. Los resultados de este estudio deben ser considerados por las entidades gubernamentales encargadas de ejecutar intervenciones de alto impacto en salud pública contra la COVID-19, pues esta información puede ser de utilidad para mitigar el impacto de la información falsa, incorrecta y confusa acerca de la vacunación contra la COVID-19. Finalmente, la población joven vacilante en la vacunación debe considerar estos resultados, para estar en condiciones de tomar una decisión más informada, pues dicha decisión tendrá un impacto no solo individual, sino también colectivo.
En cuanto a los EAPV fatiga y sueño, se requiere de más investigaciones que permitan identificar su causalidad, con el fin de determinar si la vacunación con BNT162B2 puede requerir recomendaciones de descanso adecuado y sueño reparador tras recibir alguna dosis, o recomendaciones para evitar tareas que dependan de un estado de vigilia, como la conducción u operación de maquinaria pesada.
AGRADECIMIENTOS
medicina de la Universidad Icesi, a los demás miembros del Semillero de Investigación de Microbiología y Salud Pública de la Universidad Icesi y a la Dirección de Investigaciones de la Universidad Icesi por su colaboración en la conducción de este estudio.
CONTRIBUCIÓN DE LOS AUTORES
José Fernando Fuertes-Bucheli, Jeanpool Urías Madrid-Bonilla, Adriana Marcela Rivas Mina, Mario Fernando Ruano-Bolaños, Estephania Ordóñez-Londoño, Juan José Chalparpue-Torres, Sebastián Arias-Silva, David Alejandro Ríos- Pineda, Ana María Bermúdez-Nessim, Beatriz E. Ferro y Robinson Pacheco son responsables de la redacción, revisión y aprobación de la versión final del artículo.
POTENCIALES CONFLICTOS DE INTERESES
Los autores declaran que no tienen conflicto de intereses.
FINANCIAMIENTO
Esta investigación fue financiada por la Universidad Icesi.
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Notas de autor
beferro@icesi.edu.co
Información adicional
Citar como:: Fuertes-Bucheli J, Madrid-Bonilla
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Londoño E, Chalparpue-Torres J et al. Eventos
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